Cuando os conté mi historia, os comentaba que el llegar a aceptar mi esterilidad me
llevó a un camino pedregoso en el que me sentí muchas veces hundida
en el más oscuro, profundo y húmedo de los pozos.
Francine Van Hove
Me despreciaba a mí
misma, la autoestima bajó hasta quedar en números rojos y de
cuidarme para estar lo mejor posible preparando el nidito para un
futuro hipotético hijo, pasé a no cuidarme absolutamente nada.
Descuidé mi
aspecto, mi alimentación, dejé de hacer cosas que me gustaban, de
querer salir, dejé de comunicarme con mi pareja y lloraba en
silencio... No tenía ningún tipo de motivación. Los días para mí
eran una tortura que me recordaban que cada semana, cada mes, cada
año, era un poco más vieja y me alejaba más de la posibilidad de
tener un hijo.
La imagen de mí
misma como una mujer estéril no fue fácil de asumir. Desde pequeña
siempre me había imaginado siendo mamá. Se puede decir que es el
único gran sueño de mi vida, algo en apariencia tan sencillo y que
para mí se hacía imposible, se me negaba, algo para lo que la
naturaleza no me ha dotado.
No podía superarlo
y me odiaba a mí misma cada segundo de mi existencia.
Envidiaba de la
manera más negativa a cualquier persona que tuviese hijos, incluso
aunque su situación fuese lamentable en otras aspectos, y dejé de
ver la bondad en las personas, vivía amargada, mi corazón se fue
ennegreciendo y dejé de ser yo.
Un día me descubrí
tocando fondo y ya tuve que compartirlo con mi pareja, le abrí mis
sentimientos y le dije todo lo que tenía dentro, él se asustó
mucho por verme tan cerca de la autodestrucción psicológica y tras
una larga charla en común donde lloramos mucho y tras la que nos
sentimos más unidos que nunca, llegamos a una determinación: que
seguiríamos luchando pero más juntos que nunca para conseguir ser
padres, y con una promesa por mi parte: intentar volver a ser la
mujer entusiasta y positiva que siempre había sido.
Entonces me apunté
a Zumba, a cursos de maquillaje y estilismo... Quería sentirme bien
conmigo misma por dentro y por fuera. Pero estos planes no surtieron
el efecto esperado, ya que debido a todas las veces que tenía que
faltar a Zumba por citas médicas y para evitar inventar más excusas, acabé dejándolo
y aún no estaba preparada desde el interior para embellecer el
exterior, además de que en los cursos de maquillaje y estilismo era
la única aún-no-madre y a cada poco volvía a sangrar la herida.
Entonces empecé
tímidamente a acercarme al mundo virtual, en principio muy poco a
poco y sin apenas participar, pero un día decidí dar el salto
definitivo abriéndome una cuenta en Twitter y fue cuando conocí a
la increíble #Infertilpandy.
Esa fue mi auténtica
llave para cambiar: Conocer a mujeres que abrían sus vivencias al
mundo y compartían sus inquietudes y sobre todo su apoyo
incondicional, ver cómo admiraba a cada una de ellas por su enorme
fortaleza y darme cuenta de que realmente yo era una de ellas, fue
cuando empecé a cambiar la imagen de mí misma y mi autoestima.
Una de esas amigas
que he tenido la inmensa fortuna de encontrar en el mundo virtual,
lanzó una idea que se alojó en mi cabeza y empezó a ramificar y
crecer. Ella hablaba de “perdonar a su cuerpo” y sentía como una
liberación haber agotado el último cartucho con sus óvulos.
Al principio no
entendía esa felicidad con la que ella trataba el tema, siempre he
necesitado de un duelo para cada negativo, cada piedra en el camino,
cada mala noticia... pero es verdad que cuando me llegó mi momento
poco después, entendí completamente a lo que se refería.
Cuando has dado
hasta el último aliento intentando conseguir algo, cuando has visto
que no se puede hacer más agotando todos los recursos a tu alcance,
quizás es el momento de cambiar de estrategia y ser consecuente con
tu realidad, no queda otra que asumir lo que la vida te ha dado y
buscar respuestas y soluciones, no estancarte en batallas sin
sentido.
Y no sólo eso, te
empiezas a sentir orgullosa de todo lo que has tenido que superar
para llegar a ese punto. Me veo a mí misma antes de que todo esto
comenzase y aunque, evidentemente, de haber podido nunca elegiría
volver a vivirlo, sí que me gusta quien soy ahora, quienes somos
ahora como pareja. Mucho más fuertes, mucho más maduros, mucho más
unidos, mucho mejores personas. Llevar la resiliencia por bandera.
Hace poquito tuve la
oportunidad de asistir a una clase “demo” de Biodanza muy muy
intensa, y lo que empezó siendo una celebración de la vida y una
fiesta, pasó en un momento a ser un espacio de recogimiento y de
gratitud hacia una misma. Fue precioso...
De los ritmos
brasileños y de canciones tipo “feel good”, pasamos a melodías
más relajadas, las luces se apagaron y teníamos que hacer, con los
ojos cerrados si queríamos, movimientos en sintonía con la música
de manera improvisada y centrándonos en nuestro cuerpo y nuestro
propio ser, para luego pasar al MOMENTO: Seguimos con los ojos
cerrados y el guía de la actividad nos indicó que nos pusiéramos
cómodos y nos centrásemos en nuestras propias manos y acariciarlas
pensando en todo lo que hacen por nosotros y por los demás cada día,
y sintiésemos ese momento como un regalo. Un tiempo dedicado 100% a
nosotros mismos y con ese gesto, pensar en lo que tenemos que
autoagradecernos.
No puedo explicar
con palabras todos los sentimientos que afloraron. Por primera vez
estaba totalmente concentrada en darme las gracias a mí misma por
todos los años de lucha vividos, por todo lo que había superado y
por todo lo que me había castigado también. Fue muy intenso y
mágico. Y creo que simboliza muy bien lo que quería explicar.
Creo que necesitaba
reencontrarme conmigo misma para salir de esa espiral de dolor que
tan facilmente nos arrastra... Para mí fue romper el cascarón y
abrirme a la #Infertilpandy y mirar en mi interior cambiando la
imagen de mujer destruida y derrotada por la de #Infertilgladiadora,
pero seguro que para ti también existe y ayuda a sanar un poco las
heridas.
¿Qué es para
vosotras aquello que os hace sentiros bien en vuestra piel?
ay nube , que duro es,yo me puse muy mal tamb y estuve mucho tiempo tratando de asimilarlo pero sola, recien pude compartirlo, con mi paraja de ese momento, cando ya lo tenia totalmente aceptado, cada nuevo camino lleva tiempo , me alegra que estes confiada y esperanzada en tu nuevo camino, muy lindo los de las manos, todo ese tipo de experiencias son super enriquecedoras, liberan mucho, un beso
ResponderEliminarMuy duro... Creo que es un peso demasiado grande para llevar solas y muchas veces nuestras parejas tampoco pueden ayudarnos porque ellos mismos están heridos y les duele como a nosotras. Repartiendo el peso en aquellas personas que nos sepan comprender se lleva muchísimo mejor.
EliminarY sí, fue súper bonita la experiencia con la Biodanza! Qué pena ser pobres y que todo vaya para la hucha de los tratamientos porque me encantaría apuntarme.
Un besazo!
¡Ay, Nube, cómo te entiendo! Es muy, muy duro vivir todo lo que vivimos en infertilidad. Es una crisis vital personal y de pareja total. Más aún cuando se va alargando en el tiempo y se van sumando tratamientos negativos y al final terminas con un curriculum vitae de pruebas y tratamientos...con un máster en infertilidad que nunca quisiste hacer. Y el mundo a tu alrededor es cruel porque nadie parece entenderte, nadie parece estar viviendo el dolor que tú vives.
ResponderEliminarYo comencé siendo muy abierta con mi entorno y comentando que teníamos dificultades y que teníamos que hacernos tratamientos...¡gran error! Porque si no vives todo esto, no entiendes ni de lejos lo que supone. Y entonces la gente empieza a hacerte comentarios "bienintencionados" que lo único que hacen es hundirte más en tu propia miseria. Hasta que por fin encuentras personas que están pasando lo mismo que tú, que te entienden y te ayudan. Y entonces comienzas a salir a flote otra vez y vuelves a recuperar un poco de la persona que eras antes, aunque nunca vas a ser igual, porque lo que has vivido te ha cambiado para siempre.
Pero como hay que ver la parte positiva en todo, diremos que la infertilidad nos da unos aprendizajes de vida que nos fortalecen y nos hace ser más empaticas con el sufrimiento ajeno, sea cual sea la causa de ese sufrimiento.
¡Valemos un montón! Y que nada ni nadie te haga pensar lo contrario.
Me alegro muchísimo de que hayas pasado esa época tan mala y ahora veas la luz al final del túnel. De que te vayas perdonando y perdones a tu cuerpo. Porque no dudes que algún día escribirás una entrada en este blog en la que nos anuncies que has sido mamá. Y, por cierto, ese día está aquí cerca.
Un beso enorme
Me has emocionado... Qué bien lo explicas! Qué aprendizaje tan impagable nos está dando esta dura experiencia y qué gran suerte haberos encontrado!
EliminarUn besazo.
Querida nube que identificada me siento; yo tenia un negocio que tuve que cerrar por no poder atenderlo pues me la paso más meses en la capital de Argentina con medicos que en la ciudad donde vivo, y me fui alejando de todo lo que me recuerde esta frustración este dolor, ha sido muy fuerte sobrellevarlo, pero con el amor de mi esposo, la psicóloga y ustedes la he venido pasando; ahora ya nuevamente embarcada en volver a intentarlo con todas las esperanzas en conseguirlo y sintiendome libre de que nadie me pregunta como voy o hagan comentarios innecesarios pues lo llevamos en secreto para familia y entorno, Ojalá se nos de a todas prontito, abrazo grande!!
ResponderEliminarLa de cosas a las que nos vemos obligadas a renunciar para cumplir nuestro sueño... pero todo cobrará sentido cuando podamos acunarlos y ese momento llegará si nos mantenemos fuertes y seguimos día a día, aunque alguna veces se nos ponga difícil y parezca que nos alejamos, nunca estuvimos tan cerca!
EliminarÁnimo, preciosa. Un beso!
Amiga mía, totalmente emocionada con tu entrada además de muy identificada.
ResponderEliminarHe tardado bastante en acabar de leerla pues lo ojos se me llenaban de lágrimas y no me dejaban continuar leyendo...
Me hizo muy feliz saber que ya habías reunido las fuerzas necesarias para cambiar tu perspectiva y poder perdonarte y quererte de nuevo, pero muy muy feliz, siempre se lo deseo a las chicas que pasan por esto, es tanto alivio el que sientes que deseas de corazón que todo el mundo aparte la oscuridad para que comience a entrar la luz, esa luz que comienza a guiarte hacia el camino que te llevará a tu sueño!!
Deseando estoy que empieces tu ovo aventura mi niña!!!!
Mil besos y tropecientos abrazos
Mi niña... Y yo ahora estoy llorando leyéndote a ti, vaya dos plañideras estamos hechas!
EliminarY yo deseando que empieces tú y seguirte detrás muy de cerca!
Besos, abrazos y achuchones de oso!
No conocía la biodanza y me parece muy interesante. Yo voy a clases de zumba y aunque yo ya llevo muchísimos años en el gym, si es verdad que en estos años de búsqueda ir a zumba me viene especialmente bien para despejarme y quitarme por un rato el tema de la cabeza.
ResponderEliminarMe alegro que hayas conseguido salir del agujero en el que te encontrabas y recuerda que si el plan A no funciona, el abecedario tiene 27 letras más. Un besazo.
Yo tenía una idea errónea de la Biodanza, pensaba que era sólo lúdico y en grupo y me llevé una grata sorpresa.
EliminarLa Zumba mola mucho también!
A por el resto de letritas del abecedario!
Un besote.
Vaya. No sabía nada de ti y esta entrada me ha dejado conmovida. Mucho dolor para aceptar lo que pasaba, mucho sufrimiento y la Infertilpandy, al igual que a ti, me hizo ver normal la infertilidad. Nena, he alegró que hayas superado esa osura etapa de aceptación. Un beso enorme!!!
ResponderEliminarSí, ha sido durillo, como todos vuestros caminos, pero ahora estamos mejor que nunca y mucho más cerquita.
EliminarUn besazo!